Hoy inauguramos en Ermitaberri nuestro nuevo parque infantil natural. «De patio a jardín» es un proyecto que ha recibido la aprobación de toda la comunidad educativa de Ermitaberri, y es el resultado de un largo proceso de dos años. Contamos con la ayuda del Ayuntamiento, tanto para la construcción del parque como para el mantenimiento.
¿POR QUÉ UN PARQUE INFANTIL NATURAL?
Si consideramos el espacio como un maestro más, es necesario reconocerlo como agente de aprendizaje y lugar donde descubrir, maravillarse, explorar y crear.
Queremos un diseño de espacios educativos de calidad, que estén acordes a una imagen de infancia capaz y que den respuesta a las necesidades y a los intereses de las niñas y niños que los habitan, también en los espacios exteriores.
Un espacio organizado para provocar múltiples y diferentes acciones, implica disponer una gran variedad de materiales de uso abierto. Cuanta más riqueza haya en los espacios y materiales, de mejor calidad serán las acciones que se desarrollen ya que ofrece la posibilidad a los niños y niñas de poder escoger lo que esté más en consonancia con su momento, sus intereses y necesidades.
Los parques naturales ofrecen unas posibilidades de juego más grandes que otros parques con estructuras de juego más definidas, con estructuras menos cerradas se pueden hacer infinidad de cosas interesantes.
BENEFICIOS DE REFORMAR EL PATIO DE LA ESCUELA
Cognitivos: acercar la naturaleza a la escuela mejora el desarrollo cognitivo de los niños, ya que amplía su capacidad de observación, análisis y razonamiento. Además, las experiencias manipulativas que puede obtener un niño en un espacio al exterior bien preparado, con variedad de texturas, estimulan su desarrollo intelectual y sus sentidos.
Emocionales: en un espacio al aire libre en el que se procura la presencia de elementos naturales y se instauran estructuras para su manipulación (casitas de juego, cocinitas de exterior, huertos, etc.) los niños aprenden a comunicarse, negociar, compartir, cooperar, coordinarse, etc. A diferencia de aquellos patios que prácticamente sólo permiten juegos competitivos.
Además, al aire libre se acumula menos estrés y los climas son más relajados.
Físicos: todos sabemos que la actividad física es muy beneficiosa para los niños (y adultos claro). Es bueno para su cuerpo, les ayuda a relajarse, a estar más sanos e incluso favorece el aprendizaje intelectual (se aprende mejor tras un poco de actividad física). Sin embargo, en muchas escuelas casi toda la actividad física posible se reduce a jugar a deportes competitivos y no a todos los niños les gustan. Favorecer otro tipo de espacios y estructuras para que la actividad física tenga lugar es una idea fantástica para que todos los niños puedan beneficiarse de los efectos positivos de mover el cuerpo.
En definitiva, que un patio bien pensado estimula el juego, la interacción, fomenta la curiosidad, beneficia la autoestima y la salud física.
Este texto está extraído en parte de este blog, donde podrás ampliar la información.