Los centros que durante el curso 2017/2018 participamos en el pilotaje del programa Skolae, queremos hacer llegar a la opinión pública algunas reflexiones sobre nuestra experiencia como docentes.
Llevamos años trabajando la coeducación en las aulas, y este compromiso se recoge en los proyectos educativos de nuestros centros. La educación en igualdad no es algo nuevo, no es algo que haya surgido en estos días y ya son muchos los años que llevamos coeducando. Este compromiso, que se recogía en la normativa educativa así como en las instrucciones dictadas por el Departamento de Educación, ha estado supeditado hasta ahora a la voluntariedad del profesorado que, con esfuerzo y dedicación, ha ido introduciéndolo en las aulas. Este trabajo exigía un plan que lo estructurase de manera gradual en todos los ámbitos y niveles educativos, para poder llevar a cabo la coeducación de manera eficiente y real.
Skolae ha dado respuesta a la exigencia legal de trabajar en las aulas por la igualdad entre hombres y mujeres. La institución educativa y nuestra acción docente se rigen por un marco legal y normativo que inspira una labor coeducadora. Así, la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa (LOMCE), que modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE), recoge entre sus fines el de “La educación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales, en la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres…” (artículo 2.1.b). Cooperar y convivir son dos aprendizajes clave en la competencia social y ciudadana que nos llevan a trabajar con nuestro alumnado la valoración de las diferencias, el desarrollo de sus capacidades afectivas en todos los ámbitos de la personalidad y en sus relaciones con las demás personas, así como el fomento de actitudes contrarias a la violencia, a los prejuicios de cualquier tipo y a los estereotipos sexistas.